¿A qué huele un domingo tras un viernes de 36 horas? pues huele a fin de semana corto, a sensación de que todo pasó y nadie se dió cuenta, huele a patatas fritas en agosto y a cucharones de rutina por venir..
Uno de los viernes más largos de la historia (que no el que más) porque juntamos el cumpleaños del treintañero con la playa del embriagado para toparnos con la gracia del tardón y la visita al parque acuático.. todo ello acompañado por whisky envejecido en botella de vidrio que supera a cualquier otro de barrica.. groserías matutinas pre ingesta de productos fritos.. broncas por mi culpa.. taxis béticos y guardarropas inocuos..
Me despido porque el tubérculo aceitado empieza a adquirir la temperatura de congelación, y no es precisamente el mejor momento para calentar las piernas (éste portátil lo ha de haber hecho un churrero con su palo y su búcaro..)
Si tuviera una foto para acompañar el texto éste sería su lugar.
Nos vemos en.. bestiga
2 comentarios:
Vaya thelita con los viejecitos... pos no que se pegan las marchas al nivel de hace 6 años y se quedan tan panchos? :P
Golfos, que seis unos golfos!!!
Ven a Riggipark!
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