martes, septiembre 23, 2008

Desde Figueras hasta Massachusetts

Es polvo tu sonrisa y huracán son tus caderas, la mañana se esconde en la infinita luz dormida, ¿dónde vas con esa tez? ¿quién dijo que el camino era recto? Andando, sudando, criando malvas.. todo fluye sin control, el piloto se fué, ebrio, a morir bajo la pena. Críame en tu regazo, entrégame con tus latidos, no me mires al partir que mi corazón ya se ha ido.

Caminando me encuentro por el bosque azul, los árboles, los animales y los aromas son de ese color. Sigo mi rumbo entre la maleza, apartando cóleras, ignorando quejidos. Voy a salir de aquí, pero por mi camino, ven conmigo si quieres, podemos salir juntos y despiertos, o vernos al final.. quien sabe si del bosque, del mar o de la lucha. Espérame, que ya me he ido.

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Sigo escribiendo lo que se aparece por mi mente en el momento, búscale sentido si quieres, pues lo tiene. Quizás resulte obvio pero pregúntate si dentro de lo evidente no se esconde un mandelbrot mental.

Bien merece la pena darse una oportunidad y quitarse tantas mantas autoimpuestas, cuán desdichado es aquel que no quiere ver más que lo que sus ojos le muestran.

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